“Estábamos muy confundidos, no sabíamos realmente a quién acudir. Recuerdo que la primera sesión fue algo tensa, después de lo que había pasado ninguno de los dos estaba en condiciones de hablar libremente. Nos hicimos mucho daño. Gracias a Dios, la psicóloga supo encaminar la situación y en pocos minutos nos encontramos los dos hablando, casi conversando, diría, como hacía años que no lo hacíamos. La terapia nos ayudó a reencontrarnos, estamos muy agradecidos”
L.P y J.C
“Mi pareja no quería ir, no había manera, así que fui yo sola. Tenía mis dudas, ir a una sesión de terapia de pareja sola, no le veía mucho sentido, la verdad. Al final, encuadramos un poco el problema y eso me sirvió para hablarlo con mi pareja. Fue entonces cuando mi pareja (sin mucho compromiso de su parte, tengo que decir) se decidió a venir a 1 sesión! Pudo comprobar que la psicóloga además de ser muy cálida y profesional, también es una persona totalmente imparcial, esto fue mi importa tanto para él como para mí. “
M.R.
“Falta de afecto, o al menos falta de demostración de afecto… creo que por eso decidí tener una visita. Mi pareja no quería saber nada, ahí también me di cuenta de que había una falta total de complicidad… finalmente “recapacitó” y nos decidimos. Fuimos a unas pocas visitas y lo que pasó estuvo muy bien. Tenía cierto prejuicio con respecto a la terapia, pero al final fue de maravillas, hubo momentos tensos, lloramos bastante, pero todo se recondujo. Recomiendo la terapia de pareja a todo aquel que se encuentre en una situación como la nuestra."
S.G.
“Nos tocó una profesional de primer nivel, estamos muy contentos. Se nota que sabe de qué va esto, en sus intervenciones se ve también que sabe escuchar, es de agradecer. Habremos ido unas 8 sesiones, creo recordar. Nos sirvió muchísimo para crecer como pareja y en lo personal."
E.Z y E.T.
“En nuestro caso acudimos a mediación familiar por un problema con nuestros hijos. El abuelo les había dejado como parte de la herencia una propiedad y dinero, y ellos entendían que les correspondía hacerla efectiva cuanto antes. Nosotros, como padres, considerábamos que, a pesar de ser mayores de edad, les era más rentable mantener esos bienes hasta ver que harían de sus vidas laborales y personales. Estábamos en un período familiar muy convulso, cuando una amiga nos recomendó el centro. A pesar de necesitarlo, no queríamos hacer en ese momento terapia familiar, nuestros hijos estaban a punto de irse de casa y el principal problema que teníamos encima era el desacuerdo de la bendita herencia. Tengo que reconocer que era reticente, pero la profesional que nos tocó nos hizo ver a todos un mundo de posibilidades. Finalmente, llegamos a un acuerdo con nuestros hijos y este hecho también ayudó a que nos reconciliásemos como familia.”
R.B.B
“Había leído en su momento sobre los problemas de comunicación con la pareja, pero nunca pensé lo difícil que es cuando te toca a ti! Llegué a sospechar que había una tercera persona porque, sin darme cuenta, habíamos perdido la ilusión. Ni siquiera me refiero a la ilusión de los primeros tiempos… de repente vi a mi pareja como a un extraños… nos veía como 2 extraños. Era muy triste la situación. No conectábamos por ninguna parte. La terapia de pareja fue una bendición, nos vino muy bien, la verdad. Hoy somos una pareja mucho más unida, más real…”
E.N.
“Me enteré de la infidelidad de mi pareja a través de una amiga en común. En menos de un minuto, mi mundo se vino abajo. Estaba desesperada, no sabía a quién acudir. Fue de los peores momentos de mi vida. Hacía muchos años, antes de casarnos, cuando éramos novios me tocó a mí vivir una situación confusa con una tercera persona, en ese momento él me perdonó, por eso me encontraba perdida esta vez, con mucha rabia pero con la convicción de querer seguir juntos. La psicóloga fue muy sensible con nosotros, con nuestra situación. No sé por qué, esperaba que nos juzgara, pero no fue así, por el contrario, todo fue muy sutil, nos encaminó en lo afectivo. Le tenemos mucho cariño por todo lo que nos ayudó, es una gran profesional y una gran persona”
J.V.
“Somos 4 hermanos; una hermana y mi cuñado ya habían acudido a terapia de pareja en este centro y les había ido muy bien. Por eso, cuando empezamos a buscar la opción de una mediación familiar pensamos en profesionales de aquí. Tenemos una pequeña empresa familiar y, como en toda empresa familiar, se mezclan temas laborales y personales. Teníamos que tomar la decisión de vender una nave para mejorar la economía de la empresa. Como suele pasar en estos casos, 2 de mis hermanos y mis cuñadas, no estaban dispuestos a la venta, una de las parejas estaba radicalmente en contra. Después de muchas idas y vueltas, acudimos a mediación familiar y se nos abrieron varias posibilidades. Tengo que reconocer que la psicóloga demostró tener un grado exquisito de creatividad en lo que hace a lo humano y lo empresarial! Fue un aprendizaje para todos, veníamos intentando resolver cuestiones laborales (y personales) siempre de la misma manera y obteniendo, como era de esperar, los mismos precarios resultados. La mediación fue rápida y muy satisfactoria para toda la familia. Recomiendo este servicio por la inmejorable profesionalidad de las psicólogas y por su saber hacer…”
J.M.T
